
El profesor D. Pablo Blanco afirmaba que a través de la historia de los santos, la liturgia y la historia de la Iglesia se podía llegar a la existencia de Dios.
Efectivamente, Cristo, que se sirve de metáforas, parábolas pero que son anteriores a la evidencia nos ha dejado el camino ya marcado, debemos ser nosotros quien a base de de dar el único paso pero decisivo, el de nuestra voluntad, siempre con el de su Gracia, lleguemos a Él.
Daré alguna de las pistas que Él nos ha dejado, el que no quiera verlas es porque las niega o porque prefiere esa -ceguera-
- La escalera más directa para llegar a Él son los Sacramentos y la oración. No hay mejor medio. Aquí entraría la belleza de la Liturgia clásica.
- Éste es mi preferido y el más complejo en la sociedad de hoy día. El –quotidie-. Ver a Dios en todo. Más frecuente en la teología rusa, donde desde -El Peregrino- recomiendan la Filocalia y la oración interior continua, quizás éste sea nuestro verdadero sino y no el -Ut Operaretur- ni cualquier otra derivada.
- Encontrar a Dios en la Belleza del mundo, fácil a través de la inmensidad de la naturaleza (cfr. 4ª vía de Sto. Tomás).
- Leer y apoyarse en la Historia de los santos y de la Iglesia, así como en la guía de mentores y directores espirituales con fama de santidad, más en tiempos de incertidumbre como los contemporáneos.
- La amistad, anterior al amor, es el plato fuerte de la vida, ya lo decían los clásicos. La amistad desinteresada, la familia, el amor tienen el rostro de Cristo.








